Apalancamiento

El apalancamiento es la relación entre crédito y capital propio invertido en una operación financiera. El apalancamiento puede multiplicar la rentabilidad pero, ojo, ¡también las pérdidas!

Se ve mejor con un ejemplo:

Imaginemos que invertimos en acciones 100.000€ de nuestro dinero y, al cabo de un año, vendemos obteniendo 130.000€. Hemos ganado 30.000€, con una rentabilidad del 30%.

Ahora imaginemos que apalancamos la operación. Invertimos 50.000€ nuestros y 50.000€ de un préstamo bancario a un interés del 10% anual. De los 130.000€ que obtendremos de la venta, tenemos que devolver al banco 5.000€ en intereses más el préstamo inicial, es decir, 55.000€. Nos quedan 75.000€, habiendo invertido 50.000€, por lo que hemos ganado 25.000€. La rentabilidad en este caso es del 50%, muy superior a la del ejemplo anterior.

Pero veamos qué pasa si las acciones bajan un 30%. Compramos por 100.000€ y vendemos por 70.000€. Sin apalancamiento, habremos perdido 30.000€, un 30%. ¿Y con apalancamiento? De los 70.000€ de la venta tendremos que devolver al banco 55.000€, con lo que nos quedarán 15.000€. Invertimos 50.000€ y nos quedan 15.000€, hemos perdido 35.000€, ¡el 70%!

En conclusión, si bien el apalancamiento puede multiplicar la rentabilidad en buenas operaciones, también incrementa el riesgo de pérdidas e insolvencia.
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